Es una pregunta que nos hacen de manera muy habitual, ¿por qué mis plantas suculentas pierden su forma y se empiezan a estirar?. Este proceso es muy común sobre todo cuando se cultivan suculentas en interiores, se llama etiolación.
La etiolación es un proceso de adaptación que sufren las plantas cuando la luz es insuficiente. Sin la luz necesaria las plantas no pueden formar clorofila y van perdiendo color, van palideciendo. Además tienen un aspecto mas frágil porque no pueden realizar la fotosíntesis y por lo tanto no tienen la energía suficiente. Las plantas que no tienen la luz suficiente crecen mas rápido buscando iluminación.
En el caso de algunas plantas suculentas, como las que tienen forma de roseta muy compacta, a veces se las priva un poco de luz para que se estiren y poder manipularlas preparándolas para su reproducción.
Pero no todo es etiolación, tenemos que saber distinguir entre un crecimiento normal de una planta o un crecimiento enfermizo. Lo más fácil es fijarnos en el color. Cuando es etiolación la planta pierde color y sus tallos se vuelven largos y delgados. Si bien las suculentas más propensas a la etiolación son aquellas más coloridas.
Sabiendo esto, evitar la etiolación es sencillo, colocar las plantas en lugares con iluminación suficiente.
¿Cómo arreglar una suculenta que se ha etiolado?
Cuando una suculenta se estira ya no volverá a su forma original por este motivo es fundamental la prevención.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Sencillo, 2 cosas:
Más luz. Buscar una ubicación más iluminada. Y adaptar a la planta progresivamente a su nueva ubicación.
Decapitar. Es como una poda que consiste en cortar o decapitar la "cabeza" de la suculenta. De esta manera la planta puede recuperar su forma compacta
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